Nuestro jardín soñado está cada día más cerca. A medida que aprendemos, vamos develando secretos que harán que nuestras suculentas luzcan como jamás lo hubiéramos pensado. En las entregas anteriores trabajamos con el sustrato y con la luz. Hoy nos ocuparemos del lugar en dónde cultivarlas.

Cómo ya sabemos, las Suculentas son plantas Xerófitas. Una planta xerófita es una planta que se ha adaptado para tolerar la escasez de agua a través de modificaciones realizadas en su anatomía, fisiología y morfología. Sin embargo, hoy es una realidad que muchas de estas plantas provenientes de lugares en donde escasea el agua, se han habituado perfectamente al clima húmedo de Buenos Aires y pueden ser cultivadas al aire libre siempre y cuando se tomen ciertas precauciones. No obstante, hay quienes prefieren cultivarlas bajo cubierta para poder controlar personalmente la frecuencia y la cantidad de agua a aportar en cada riego y así no quedar supeditado a la interferencia de las lluvias.

1- Al aire libre las plantas deben ser cultivadas en un sustrato que permita que el agua drene fácilmente para evitar el encharcamiento tras varios días de lluvia.

2- El agua de lluvia no contiene cloro como el agua potable. Además, en muchos lugares, el agua de red y/o de pozo posee un pH elevado que perjudica la absorción de ciertos nutrientes.

3- Cuando llueve, las plantas se riegan en profundidad y la lluvia ayuda a retirar el polvillo que se acumula sobre las hojas durante la semana, especialmente en días secos y de mucho calor, favoreciendo la fotosíntesis. Les aseguro que se sorprenderán al observar como nuestras plantas aumentan su tamaño tras unos días de lluvia.

4- Si tenemos espacio, podemos cultivar nuestras sucus en contenedores amplios aprovechando la variedad de formas, colores y texturas para diseñar lindos paisajes.

5- Existen muchas especies de Suculentas que toleran muy bien el sol del verano siempre y cuando sean cultivadas en grandes contenedores y regadas con mayor frecuencia. Estas especies son óptimas para cubrir amplios sectores al aire libre y se benefician con la llegada de las lluvias.

6- Para evitar los daños ocasionados por la ocasional caída de granizo, las heladas e incluso disminuir la luz del sol –especialmente del mediodía en el verano, es conveniente utilizar caños plásticos o algo similar para formar una estructura en donde podamos colocar alguna protección como ser una maya metálica, tela antihelada o media sombra.

7- Por último, debemos recordar no ubicar nuestras plantas directamente al aire libre sino ir acostumbrándolas paulatinamente para no estresarlas, especialmente cuando recién las hemos comprado.

Cultivo Bajo Cubierta

Si bien podemos creer que cultivar bajo cubierta es más sencillo, debemos recordar que en días de intenso calor, lluvias prolongadas o elevada humedad relativa ambiente, las condiciones del invernadero se modifican drásticamente formando un microclima que podría ser perjudicial para nuestras suculentas si no se toman ciertas medidas. 

1- En verano la temperatura del invernadero suele subir varios grados por encima de la temperatura exterior por lo cual es imperante ventilar abriendo las ventanas laterales para que circule el aire. Lo mismo aplica a los días de humedad. Para evitar la aparición de hongos es necesario que aire circule por todas y cada una de nuestras plantas por lo que también se aconseja no amontonarlas sino ubicarlas un tanto separadas una de otra.

2- Es fundamental no ubicar las plantas contra las paredes ya que es en esos lugares donde más se observa la aparición de cochinilla y arañuela roja.

3- Al regar, es conveniente hacerlo con alguna manguera con una boquilla especial para que el agua caiga a modo de lluvia fina y ayude a eliminar el polvo acumulado. Para evitar la acumulación de agua tanto en las plantas como en las mesas, los estantes y el piso, es conveniente no regar demasiado tarde para facilitar la evaporación del agua no utilizada.

4- Es también necesario chequear el pH del agua para saber si es el correcto para nuestras especies.

5- Si las plantas se ubican en repisas o estantes, procurar que la distancia entre ellos no sea menor a 30cm para que la luz llegue a toda la planta por igual. No se aconseja el uso de estanterías con fondo o estantes pegados a una pared.

6- Si el piso del invernadero es de tierra, es necesario mantenerlo lo más limpio posible, libre de malezas u otras plantas que podrían ser hospederas de hongos y/o insectos que luego podrían atacar nuestras plantas.

7- Tanto la orientación del invernadero con respecto al sol -y los vientos- como el tipo de materiales a utilizar en las cubiertas influye en la cantidad y calidad de luz recibida por las plantas. El tamaño y cantidad de ventanas y la altura del techo son factores a recordar al momento de diseñar un invernadero si queremos asegurarnos poseer el volumen de aire necesario y la ventilación adecuada para nuestro cultivo. Tampoco debemos olvidar el costo de mantenimiento. En general, las cubiertas tienen una duración de no más de un año y suelen dañarse con la caída de granizo.

La decisión es nuestra

Es necesario evaluar estas consideraciones antes de decidir qué opción adoptar. Tanto una forma de cultivo como la otra requieren tiempo, esfuerzo y dinero para ejecutarlas. Lo importante es observar nuestro espacio para determinar cuál de las dos opciones se adecua mejor a nuestra realidad.